
Siempre intentamos analizar los usuarios, pero quién se encarga de ver los que aún no son, los ocaciones, los que no acceden a la red, no la necesitan. En definitiva nadie extraña lo que no conoce.
Entonces en una acción desesperada por la defensa de la red, por querer tentar, compartir, crear la necesidad comencé a contarle acerca de los contactos que uno conoce vía microblogging, redes y blogroll. Un mini cv de cada persona con la que uno mantiene cierto diálogo, proyectos, intenciones, vínculo.
Mirando la dosis de Montt pensaba sobre las relaciones, conceptos de amistades que se forman, todos son conocidos si te aceptan entre tus seguidores, la sensación de cercanía que provoca la lectura diaria muchas veces sin sustento firme.
Pero aún así me quedé con una sensación de derrota, por la impotencia de intentar sumar, de hacer que sean parte.
Cómo se hace para dialogar con los agnósticos de la red, acaso son un caso de estudio, acaso los que optamos por difundir ideas por este medio somos parte de una "tribu" particular. Quizás no hay que hacer nada...
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