El límite de mi perfil

"A las redes sociales las carga el diablo porque, a diferencia de otros medios, la frontera entre lo privado y lo público está tan desdibujada en ellas que resulta casi imposible discernir si un comentario crítico sobre la empresa para la que trabajamos forma parte de la libertad de expresión en la esfera de la intimidad o ser considerado como un acto de indisciplina."
(...)
"Ser popular y ocurrente en Twitter o en Facebook es importante. Pero antes de escribir recuerde que su seguidor y su amigo más vigilante es su jefe."

Sólo dos párrafos de la nota publicada en El País "Mi twitter es también de mi empresa".

Independientemente de la "reciente" existencia de las redes sociales, existe una distancia considerable para analizar el uso y asumir posturas al respecto.
Cuando leí esta nota inmediatamente me vino a la mente el debate que se dio días pasados entorno al encuentro que organizara Fopea llamado "Periodistas enredados: Twitter y Facebook en los medios".
En plena charla se trató sobre ese límite que hay entre el periodista y el medio que representa, las opiniones que vierte en las redes sociales y si coincide o no con la empresa para la cual ejerce su profesión.
Qué importante es el intercambio. En la "conversación" se puede rescatar pautas a tener en cuenta y evitar cerrarse o adoptar líneas rígidas que sólo buscan silenciar en vez de comprender los pensamientos.

Comparte:

0 se animaron :