Cómo es un lunes después de...

Votar...

La cobertura de las elecciones son instancias donde los perfiles de los medios dejan de lado la delicada línea que separa ocultar tendencias y despacharse con todo.
Miles de versiones, estar en el lugar adecuado ante la frase o gesto que dará la vuelta al mundo...
Lo cierto que es importante participar por más que el sabor no sea demasiado grato, lo que sucede que el votar por votar provoca una sensación de de frustración. Sé que hace unas décadas ni ese vacío se podía vivir... pero hasta cuando hay que sentir que el populismo el clientelismo vale.
No sé porque anoche mientras escuchaba los resultados, recordaba cuando a penas 5 años atrás los políticos temian caminar por las calles ante el repudio popular. Ojo no estoy a favor de ese tipo de maniobras pero me creí que había un leve respeto al ciudadano...
El análisis político se los dejo a los especialistas.
Porqué desde mi primera votación siento que nunca lo que elijo tiene peso. Cuando viví en Córdoba voté por miedo, voté por castigo. En la patagonia, voté por aires nuevos y a pesar de no ser más de 100 mil habitantes el que llegaba me lo cruzaba por la calle. Allí aprendí a defenderme y hacer valer lo que pensaba.
Hoy en Capital, no puedo entender...

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