....siempre nos queda la tracción a sangre

A los 7 años una maestra publicó en el periódico escolar mis dibujos.
Al año siguiente logré que salir en la columna de chistes.
A los 14 empecé locución pensaba que no tenía "tonada" o regionalismo y por esos años era un plus para hablar en los medios. Al tiempo hice radio...
A los 18 entre a la facultad y construiamos medios con lo que había...internet no estaba asique cambiabamos publicidad por revistas para sacar material y "readaptarlo" a la radio.
A los 22 egrese y me fui al fin del mundo a buscar experiencia profesional... mi voz se cayó pero mis palabras se publicaban...y eso me daba satisfacción...
Después vino el enseñar y los que quisieron aprender...y yo que quise aprender y me quisieron enseñar...
No sé porqué, pero mientras hoy leía la nota del "diario manuscrito en la india" por medio de "una vuelta más", me acordé de ese ímpetu "romántico" y sacrificado del ser periodista...
No me estoy poniendo vieja, no es eso...simplemente amo mi profesión...:))en todas sus manifestaciones...

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1 se animaron :

Anónimo dijo...

Ahora que recuerdo, a los 8 años, mi maestra de tercer grado, nos hizo hacer un diario (sacando las notas de los diarios de verdad). Era muy chica, pero recuerdo que me dio una gran satisfacción confeccionarlo, pegando trozos de notas y escribiéndolo a mano. A los 13, mi profesora de lengua nos dio un trabajo que consistía en hacer una entrevista imaginaria a alguien, redactar preguntas y respuestas (yo elegí a Ray Bradbury) y me gustó mucho. El último año del colegio, leíamos para Lengua y Literatura, obras de teatro, las cuales criticábamos luego haciendo de cuenta que era para un diario.
Son tres recuerdos que, recién hoy, se me vienen a la mente. De chica me gustó, y aunque no fue por esos momentos que elegí estudiar Comunicación, fueron de gran ayuda para conocer mi vocación.